jueves, 17 de abril de 2008

¿Qué es lo que mantiene viva una lengua?



¿Qué es lo que mantiene viva una lengua?
por mitzar brown abrisqueta


A unos días de cumplir un año como bloguera, término que, como otros, –con sus respectivas adaptaciones- ha contribuido al crecimiento de los léxicos de la diversidad idiomática del planeta, y con ello, al entendimiento entre culturas que hoy comparten, gracias a la globalización, las nuevas posibilidades que la comunicación ofrece, le he dado una mirada a ese cercano pasado de mi blog para hacer una revisión de mis planteamientos y releer los pocos textos que han aparecido. Encontré que uno de mis principales objetivos: mantener una economía en el lenguaje, casi se ha conseguido, aún encuentro por ahí, una que otra palabra que pudo omitirse sin arriesgar la estética ni mucho menos la comprensión del texto. Hoy recibí, de parte de “La página del idioma español”: http://www.elcastellano.org/noticias , un texto publicado por la agencia EFE sobre el discurso que diera el escritor español José Ángel Mañas con motivo de la inauguración del seminario internacional “El español de los jóvenes”. El autor considera importante que la comunidad de habla hispana, y sobre todo el sector académico, 'permita' que los jóvenes innoven la lengua española de acuerdo a las nuevas necesidades. Además de la página citada, también pueden ver la nota correspondiente en: http://www.fundeu.es/Noticias.aspx?frmOpcion=NOTICIA&frmFontSize=2&frmIdNoticia=1559 Me hubiera gustado hallar el texto completo del discurso, para poder comentarlo con comodidad, pero la idea principal es esa, la importancia del desarrollo de las nuevas actividades de los jóvenes y, con ello, la satisfacción de sus necesidades de comunicación con el surgimiento de nuevas expresiones, y por qué no –mirémoslo también de esa manera- con el paulatino abandono de otras que, en su momento, sirvieron. Quién habla hoy de radiolas o tocadiscos, ya ni siquiera de walkman, más bien sí de IPods o Mp4s, por citar uno de los más simples y familiares cambios. Eso, sin hablar de los nuevos verbos -y respectivas conjugaciones- que acompañan a cada nueva aparición tecnológica, así, el celuléame va reemplazando al telefonéame, y tal vez el escanéame al faxéame, esto último, cuando el fax ni siquiera ha sido, del todo, asimilado al uso doméstico y más bien se quedó en las oficinas. El pedido de Mañas de dejar lo que implique “riqueza, nuevos matices, o polisemia” para nuestro idioma, y desechar aquello que “suponga pobreza o imprecisión lógica” indica mucho equilibrio y sensatez en su reflexión. Ya se sabe, pues, que los extremos nunca son buenos. Desde aquí invito a los lectores a ser guardianes del lenguaje, pero sobre todo a ser muy celosos en el entendimiento y la comprensión durante cada acto comunicativo, que el exceso o la parquedad no enturbien u oscurezcan por completo el sentido hasta convertir el discurso en ininteligible. Con aprecio, mítzar.

No hay comentarios:

    La vergüenza en el cuento “Peregrinación” de Susan Sontag* mitzar brown   El cuento aparece en Declaración. Cuentos reunidos . A...